En estos tiempos intensos y
cambiantes, muchas personas todavía están luchando por dar el salto de
conciencia desde la realidad tridimensional a la multidimensional. Algunos
piensan que están solos en sus esfuerzos y que han quedado excluidos de la Paz
y la Alegría prometidas porque no las sienten.
Un consultante estaba sintiendo
un dolor y una angustia intensa por su vida, y tenía muchas preguntas tales
como por qué le era imposible acogerse a esa gracia ofrecida y por qué se
encontraba atascado en una baja autoestima y en sentimientos de negatividad y
miedo.
La respuesta que se le dió parece
haber respondido a su pregunta, pero también arroja luz acerca del por qué
algunas personas parecen ser incapaces, aun hoy, de poner coto a los niveles de
carencia, dolor y sufrimiento que hay en sus vidas.
El advenimiento de la edad dorada
de bienestar y salud vibrante sólo puede ser establecida tras el salto, y ese
salto consiste en una transformación de la conciencia mediante la cual
entendamos que nosotros, tanto colectiva como individualmente, somos los
creadores de nuestra propia realidad, y que podemos elegir entre crear
sufrimiento o no.
Ahora bien, esto no es una
“culpabilización” facilista de los que sufren, como diciendo “es por su culpa”.
Eso no sería compasivo ni amoroso ni resultaría de ayuda en modo alguno. Sin
embargo, lo que se nos sugiere es que, a nivel colectivo, la humanidad eligió
crear un dolor y un sufrimiento que nunca formaron parte del plan original.
Dichas elecciones han estado codificadas en nuestra cultura gracias a la
religión. Y las mismas van a persistir a un nivel subconsciente profundo hasta
que podamos cambiar nuestra consciencia y recodificar la nueva a nivel celular.
Esto activará la “plantilla” de la salud perfecta en cada una de nuestras
células y en todo nuestro ser.
Tengan en cuenta que el
cristianismo nos enseña que morimos porque somos pecadores. A buen seguro esto
nos inculca una profunda sensación de baja autoestima y de impotencia en el
manejo de la vida y la muerte. Las religiones orientales enseñan el “karma”, en
función del cual el individuo queda atrapado en una red sin fin de desembolsos
y retribuciones que racionaliza el sufrimiento. La enseñanza budista dice que
el sufrimiento es algo normal que debe ser aceptado. Cada uno de estos caminos
espirituales incluye como uno de sus principales pilares doctrinales una
creencia arraigada en el sufrimiento y en la falta de méritos propios, credo
que es transmitido de generación en generación, codificando dichas creencias en
el ADN de todas esas generaciones de personas. Y así, los nuevos individuos
nacen ya con dichas creencias codificadas en sus células. Únicamente los Niños
Nuevos, los Índigos o Cristales, nacen ya sin esa impresión de tener que
sentirse indignos, y asumen su poder para crear algo nuevo. Su nueva energía ha
permitido que muchos de los que nacieron con la “codificación” vieja cambien su
conciencia y empiecen a recobrar su propio poder personal como cocreadores en sociedad
con el Espíritu.
Si podemos aceptar que ya somos
capaces de librarnos de esas ilusiones creadas por la mente que limitan
nuestras creaciones, podemos ponernos en posición de ser canales de la Esencia
Creativa Divina en la Tierra y de una vida que fue hecha para ser vivida en
armonía con el Amor y la Luz Divina, en Amor, Paz y Armonía, sabiendo que la
buena salud y la abundancia son los derechos de toda persona que elige encarnar
en esta Tierra. ¡Sí, para todos nosotros, verdaderamente, eso es un “salto” en
nuestra conciencia!
Hay dos principios que
pueden aplicarse a la realización de este salto y al abandono de lo que
se denomina patrones autodestructivos de pensamiento o de comportamientos
“adictivos” o “rutinarios”. Como la humanidad se ha vuelto adicta al drama y al
sufrimiento, es necesario que vea el modo de poder librarse de ellos para
cambiar a un modo de vida más sencillo, pacífico y placentero.
Comenzaremos diciendo: “Deja
Ir”… y después diremos: “Simplifica”.
Aplicar estos dos pasos a tu vida
en cada situación te ayudará a superar esos altibajos de la mente que se
apoderan de ti en todos los momentos. Así que deja que te lo expliquemos.
En primer lugar, te diremos que
tienes que “dejar ir”. Vemos que siempre que estás en una situación de mucha
presión, tu mecanismo de supervivencia es volcarte en tu mente. A nivel
profundo, lo que haces es darle permiso a tu mente para que tome las riendas de
tu vida y la domine. Ahora bien, la mente egoica carece de los medios necesarios
para asumir dicha función. El trabajo de la mente egoica es gestionar la
tercera dimensión. Ella sopesa y cuantifica las cosas de acuerdo a lo que
conoce. Y suele encontrarse con que no sabe lo suficiente como para manejar las
grandes cuestiones vitales, por lo que cae en el pánico. En tu caso, ese pánico
se manifiesta en una marea interminable de preguntas para las que,
aparentemente, no encuentras respuestas. Por lo tanto, te diremos que esas
respuestas no son sino el reflejo del proceso que está desarrollándose en tu
interior. Por ello, vamos a decirte que dejes que esto se vaya. Cuando tu mente
salta a esos largos diálogos filosóficos, tienes dos opciones. La primera es
reconocer que eso es algo que hace tu mente, y que puedes “divertirte” con esos
retozos campestres de tu mente, pero que eso no te resuelve nada, que sólo te
hace dar vueltas, ya que esa es la naturaleza de la mente. Estoy seguro de que
estarás familiarizado con el método socrático y con el conocimiento de que no
hay nada que pueda ser probado o descartado si sabes cómo racionalizarlo y
argumentarlo hasta alcanzar el efecto pretendido. Es decir, las funciones
mentales están diseñadas para hacer precisamente eso, racionalizar lo que surge
en el mundo exterior para poder asimilarlo.
Sin embargo, en este tiempo la
vida ya ha dejado de ser tridimensional, es multidimensional, y la mente ha
dejado de ser capaz de explicarla y de asimilarla. Entra en pánico, divaga y
argumenta, pero es incapaz de asimilar.
Bien, llegados a este punto, es preferible
dejar ir. Apagar la mente, porque ella no va a resolver tus problemas ni va a
darte las soluciones. Sólo la conciencia lo hará. El gran científico y filósofo
Albert Einstein dijo que un problema no puede ser resuelto en el mismo nivel de
consciencia en el que fue creado. Por tanto, es obvio que se precisa de un
salto en la conciencia para poder resolver los problemas o ponerlos en su
verdadera perspectiva.
Así, el gran cambio que
ahora está produciéndose no es otra cosa que un salto a un nuevo nivel de
conciencia en el que los aparentes “problemas” espacio-temporales podrán
resolverse con la mejor de las habilidades. Y diremos que ustedes van a empezar
a darse cuenta de que la mente nunca va a darles respuestas.
Cuando pasen de la mente y el pensamiento
a la conciencia y el sentimiento, van a experimentar una perspectiva muy
diferente de sus vidas. Porque la mente entra en pánico y desesperación,
cayendo en el miedo. A partir de una base de miedo es imposible resolver nada,
porque el miedo limita la manifestación y los milagros. Por eso los que se
dejan atrapar por la mente y el temor tienden a ser incapaces de liberarse de
las redes de su nerviosismo y su miedo.
Ahora bien, cuando se entra en la
conciencia y en el corazón, se sabe que todo esta en Orden Divino y que Todo
está Bien. Eso trae una gran sensación de Paz, así como de Amor y de Gratitud,
a partir de la cual es posible empezar a crear y a hacer cambios. Porque el
Universo ama la gratitud y la alegría, lo que atrae el flujo de amor y abundancia.
Y ese flujo crea los milagros que necesitas y deseas para hacer cambios en tu
vida.
Por lo tanto, cuando “dejas ir”,
liberas lo que te retiene y despejas el camino para crear cosas nuevas.
Por eso, cuando te decimos que
“simplifiques”, estamos llevándote al paso siguiente. En vuestras vidas
modernas hay demasiadas “cosas” que creéis necesitar para ser felices. Cuando
entres en el espacio de tu corazón encontrarás que, en realidad, lo que
necesitas es muy sencillo y puede simplificarse con mucha facilidad. Te decimos
que te concentres en las necesidades sencillas de tu vida y todo te será dado.
Con ello queremos decir las necesidades básicas de refugio, vestido, alimento y
amor. Bien, cuando tienes todas esas necesidades cubiertas, cabe en ti la gratitud,
gratitud que debieras expresar cada día. Deberías vivir con gratitud hacia lo
que la Tierra te ha proporcionado a ti y a las personas que amas.
Bien, teniendo cubiertas todas
esas necesidades básicas, con gratitud, pregúntate a ti mismo qué más es lo que
necesitarías para crear una gratitud y un reconocimiento aún mayores de los que
ya tienes. Qué cosas sencillas podrías pedir para tu vida que pudieran aumentar
tu agradecimiento por la abundancia y el amor que YA TIENES.
Ya lo ves, alma querida, aquí no
nos estamos centrando en lo que te falta, sino en lo que tienes. Esto es un
cambio total de perspectiva. Verdaderamente, esto es tu propio “salto” personal
del sufrimiento a la paz. Porque tu contrato con la Tierra es que tendrás
sustento mientras estés experimentando la vida. Por supuesto, en el mundo
moderno todos se sienten con derecho a experimentarla con el máximo nivel de
comodidad material; cuando no es así, sienten que están privados de algo. Y eso
es lo que conduce a un mayor sufrimiento mental, ya que el sentimiento de
fracaso es intenso cuando no se alcanzan los niveles de comodidad y riquezas
materiales que vienen dictados por un estilo de vida exitoso.
Deberías preguntarte, querido, si
cuando abandones este planeta volverás la vista atrás y verás todas las
comodidades materiales que hayas alcanzado, todas las cosas que poseíste, o si
contemplarás el amor y la alegría que compartiste con los demás.
De verdad, el gran cambio no
consiste tanto en entrar en una realidad “cuántica” como en ingresar en la
COMPASIÓN. Compasión tanto por los demás como por ti mismo. Cuando empiezas por
ti mismo, dices: “Soy perfecto como soy y estoy en el lugar perfecto para mi en
este momento. ¡Dios me puso aquí!”. Cuando puedas aceptar que la fuerza de Dios
que hay en ti ha creado el sitio en el que estás y lo que eres ahora mismo,
puedes hacer una pausa y ser agradecido por lo que tengas. Puedes ver la
belleza y los milagros, en lugar del dolor y la carencia.
Bien, te diremos que, en este
tiempo de evolución acelerada, estás siendo verdaderamente “empujado” con mucha
fuerza para que hagas esa ruptura que te lleve a la conciencia de la Compasión.
Has sido empujado hasta llevarte a una tensión casi insoportable para que abandones
tu mente y sus demandas e ilusiones y entres en ese espacio del corazón de
la gratitud y la creatividad. Cuando estés en esa COMPASION CREATIVA, tu mente
cambiará esas interminables demandas que te hace por otra cosa, por algo más,
por algo que mitigue el dolor… porque verdaderamente, ¡el dolor es una ilusión!
Lo que hemos llamado salto es un
salto de la CONCIENCIA. ¿Acaso no ves que tienes todo lo que necesitas para ser
feliz en la Tierra? ¿Es que no puedes ver la paz, la alegría y la belleza que
te rodean? Cuando seas capaz de ello, podrás compartir todo eso con los demás
para que ellos también lo puedan ver. Porque el dolor y el sufrimiento que
habéis creado, lo habéis creado con vuestras mentes. Sólo veis el dolor, la
carencia y la pérdida, y no veis la belleza ni los regalos que se os dan a cada
momento de cada día.
Porque la Fuente derrama sus
dones de Amor y Abundancia en todo momento. El Cosmos es un lugar de infinitas
riquezas, bastando que te permitas experimentarlas. Cuando desenchufas tu mente
y empiezas a sentir la riqueza de los regalos que se te brindan, la mente deja
de insistir en sus demandas, y entonces el alma es capaz de disfrutar de las
riquezas de lo que fue creado.
Alma querida, libera esa imagen
que tienes de ti mismo de atormentada víctima de tus circunstancias, propia de
la vieja energía, y mírate como lo que eres. Estás en la cúspide de la
evolución social y espiritual, eres un ser de enorme complejidad e inteligencia
pero que, aún así, sigue siendo algo muy simple: una parte de la Esencia
Divina, una chispa de Creatividad Compasiva que es sostenida en la Luz y el
Amor de Dios en todo momento.
Si puedes conducirte hasta ese
lugar de la Gracia Sencilla, todo lo demás se te irá ordenando. Verás que no
hay nada que debas hacer ni otro sitio en el que debas estar. Someterás tu
voluntad al desarrollo de la Voluntad Divina a través de ti, y sabrás que todo
va a desplegarse para el Bien más Elevado y que está diseñado en armonía con el
Amor Incondicional y la Compasión Creativa.
Y este sometimiento de tu mente y
de tu voluntad será lo que abra ese espacio de gratitud y alegría que, a su
vez, abre el espacio para la creación de milagros. Porque al Cosmos le
encanta crear milagros y alegría abundante, y por eso, cuanta más gratitud
y disfrute puedas experimentar, más se asociará contigo el Cosmos, trayéndote
cada vez más cosas que puedas celebrar y con las que puedas ser feliz.
Por lo tanto, también te diremos
que te libres de lo que crees necesitar y dejes que la Voluntad Divina guíe tus
pasos. De momento tal vez te parezca que no pasa nada en el lapso que
transcurra mientras reorientas tu “brújula” interna hacia ese nuevo rumbo. Pero
pasado cierto tiempo, verás cómo empiezan a moverse las cosas en una nueva
dirección mientras abres tu Corazón y tu Ser a esa aventura grandiosa y
creativa que es la vida.
Porque verdaderamente, es así de
simple, la vida no es más que la Fuente explorando las Dimensiones de la Luz
que fueron sus primeros actos de Compasión Creativa. Y por eso, tu vida
simplemente es una exploración de ese lugar en el que te encuentras a ti mismo,
así como un reconocimiento del Amor que hay dentro de todas y cada una de las
cosas en esta dimensión de Luz llena de Alegría. El sufrimiento y la
“oscuridad” siempre están ahí y siempre lo han estado, son creaciones de la
Mente que responden al miedo que surge al volverse dichas exploraciones
demasiado intensas, cuando el ser siente amenazados su crecimiento y su
evolución. El miedo es una manera de aferrarse y de quedarse quietos en el
mismo sitio, pero no produce crecimiento, que es la naturaleza de la Luz
Divina.
Ha sido una exposición larga,
pero la pensamos así para mostrarte lo simple que es esto una vez que indagas
en la esencia de la Vida y del Viaje Espiritual del Alma. No fue hecho con la
idea de que resultase dificultoso, sino para que fuese un sencillo despliegue y
una jubilosa creación. Si eres capaz de liberar la necesidad mental de control
y de plantear demandas, podrás sentir lo que es vivir de esta manera.
Puedes tener todo lo que
quieras, pero debes empezar por la Gratitud y la Simplicidad y, a
partir de ahí, crear con Compasión.
Así, querida alma, esperamos
haber podido sacarte de la futilidad de la mente para remitirte al ser angélico
que llevas dentro, para que veas desde allí que el sustento de tu familia no
eres tú, sino el Espíritu y lo Divino, y que lo único que tienes que hacer es
estar agradecido por esa cooperación y después trabajar para desarrollarla de
modo que os lleve alegría a todos vosotros.
Libera y abandona todos esos
“cuentos mentales” de la baja autoestima y de que no eres lo suficientemente
bueno. Todo el mundo es lo suficientemente bueno para ser amado y mantenido y,
verdaderamente, cuando aceptes esto, eso será lo que haya en tu vida.
Libera todas las energías de
culpa, duda y negatividad. Haz un esfuerzo consciente por liberar esos
pensamientos y sentimientos, y así crearás ese espacio para la gratitud y la
gracia que crearán bendiciones infinitas para ti y los tuyos.
Es así de simple, alma querida,
esta es la “fórmula” de la vida que fuera dispuesta en tu ADN en el proyecto
original. Y así sigue siendo, a la espera de que veas lo simple que puede ser
todo cuando así lo permitas y aceptes y crees a partir de la Gracia y la
Compasión Creativa.
Y con esto te dejamos ahora, con
un abrazo de amor y luz. Eres inmensamente amado y estás protegido a
cada paso. ¡Tú también eres un poderoso Maestro de Luz, y quedamos a la
espera de tus Creaciones con amor y alegría!
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