“Somos menos libres de lo que
creemos, dice Anne Ancelin, madre de la Psicogenealogía, pero tenemos la
posibilidad de conquistar nuestra libertad y de salir del destino
repetitivo de nuestra historia si comprendemos los complejos vínculos que
se han tejido en nuestra familia”.
La Psicogenealogía podría
definirse como el estudio del árbol genealógico, que permite tomar conciencia
de la profundidad de los vínculos que nos relacionan con nuestro
sistema familiar.
La psicogenealogía parte de la
premisa de que determinados comportamientos inconscientes se transmiten de
generación en generación e impiden al sujeto autorrealizarse, por lo que para
que un individuo tome conciencia de ellos y se pueda desvincular de los mismos
es necesario que estudie su árbol genealógico. Podría decirse que en ocasiones
estamos “poseídos” por nuestras familias. Particularmente las relaciones con
nuestros padres juegan un papel fundamental en la formación de la psique del
individuo, por lo que resulta imprescindible desatar esos “nudos” con el
pasado, e ir descargando el peso de las experiencias de vida que no nos
corresponden.
El árbol está vivo dentro de mí.
Yo soy el árbol. Yo soy toda mi familia. Nadie tiene problemas individuales
porque toda la familia está siempre en juego. El inconsciente familiar existe.
Desde el mismo momento en que alguien toma conciencia de algo, hace que todos
los suyos también la tomen. Ese alguien es la luz. Si uno hace su trabajo, todo
el árbol se purifica.
El árbol nos condiciona de todas
las maneras imaginables. Influye en todo. Hay tanto que desconocemos de nuestra
familia que eso inconscientemente se mueve detrás del escenario racional y nos
conduce por la vida. Nos conduce por lo que llamamos el destino familiar. Nos
influye en el plano material (económico, laboral, salud/enfermedad), en el
plano emocional (relaciones de pareja, hijos, amigos, …), en el plano sexual
creativo, en el plano intelectual, en fin, en todo porque venimos de un árbol,
como hijos somos fruto de ese destino familiar y luego reproducimos lo mismo
por inconsciencia; y no lo digo como juicio, sino porque en nuestra cultura
occidental no valoramos las raíces, los antepasados , no sabemos las historias
completas y porque en todas las familias hay secretos. Sanamos el árbol
realizando lo que somos auténticamente. Haciendo nuestro destino personal.
Echando luz en nuestras raíces, conociendo nuestro árbol familiar, para eso es
la psicogenealogía. Y luego hay que resolver.
En una sesión de unas dos a tres
horas, se realiza el estudio del árbol genealógico y el test proyectivo vital,
en el cual se dará un diagnóstico y se harán propuestas liberadoras de ese
destino familiar para enfocarse en el propio.
Las sesiones tienen un precio de
60 euros y son en Madrid capital o vía on-line.
Pueden pedir cita escribiendo a:
picon.lola@gmail.com
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