Cuando uno deja de pensar,
cuando la paciencia se alinea al “tiempo”, el desapego y el no deseo se
instauran en tu vida es cuando el Universo te dice de mil formas
diferentes “has vuelto a casa”. Y una vez en casa ya no hay prisas, solo
disfrute por estar entre “los tuyos” y comprobar que solo estuviste de
viaje. Un viaje que te mostró que la espiritualidad no estaba en los
“lugares espirituales” sino en el lugar menos buscado. Esta noche quiero
dar las GRACIAS a todos aquellos “maestros” que me mostraron la
Maestría Interior, que me permitieron darme cuenta sin interferir en ese
descubrimiento. Gracias a todos por ese Amor Incondicional…..Sobre todo
A TI, COMPAÑERO INSEPARABLE:
“Gracias por elegirme, por cuidarme tanto y por no irte, gracias por no fallarme y olvidar lo que nunca quise decirte, gracias por escucharme y fingir que lo que digo es importante. Por seguir aquí a mi lado, sin guardar ningún rencor y cambiar por alegría mi dolor. No quiero irme, ME QUEDO: gracias por elegirme”.
“Gracias por elegirme, por cuidarme tanto y por no irte, gracias por no fallarme y olvidar lo que nunca quise decirte, gracias por escucharme y fingir que lo que digo es importante. Por seguir aquí a mi lado, sin guardar ningún rencor y cambiar por alegría mi dolor. No quiero irme, ME QUEDO: gracias por elegirme”.
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