AMOR, INTELIGENCIA y ENERGÍA
En ese estado de no dualidad, de fusión con el vacío, de movimiento en todas las direcciones, giros y velocidades, me encontré con el Sol. Fue tan inesperado, tan fuerte su presencia, su calor e intensidad que tuve que esforzarme por conectar con mi cuerpo para evitar que se desplomase y se abrasara.
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