Sábado, 2 de Abril de 2016
(10:00 a 15:00)
ASMA
El asma, de acuerdo a una definición literaria, es una molestia respiratoria
provocada por una gran dificultad para espirar, que sobreviene por accesos. Se
manifiesta a cualquier edad, aparece, desaparece o persiste con una
variabilidad impredecible. Está condicionada por el estrechamiento intermitente
de los bronquios, bajo el efecto de un espasmo de sus músculos lisos y de una
obstrucción por las secreciones bronquiales.
El carácter esencial del asma es de ser una dificultad expiratoria,
evolucionando generalmente por crisis fuertes, separadas por largos períodos de
calma absoluta. Dificultad espiratoria: la inspiración es corta y silenciosa,
mientras que la espiración, prolongada, penosa y ruidosa, exige un esfuerzo
manifiesto.
Pero existe otra forma de disnea. La dificultad inspiratoria que pasa
inadvertida y que se considera erróneamente como una crisis asmática. En dicho
caso los fenómenos constatados son totalmente a la inversa: la inspiración es
prolongada y ruidosa, requiere un esfuerzo manifiesto y provoca una depresión
al nivel del hueco que se encuentra sobre el esternón. En cambio la espiración
es corta y silenciosa. En este caso se constata que se trata de un espasmo que
contrae la faringe (asma falsa) y no de un espasmo bronquial (asma verdadera).
Los estudios realizados en España muestran que entre un 3 y un 7% de la
población tiene asma. Esta cifra es algo más elevada (5-10%) en población menor
de 6 años.
Holísticamente
En el ser humano, cuerpo, mente y alma coexisten como un todo y la enfermedad
tan solo es un grito del alma que se manifiesta a nivel físico-emocional y
mental para tomar consciencia de la desalineación con el espíritu. La emoción
biológica que oculta el asma es un temor a la vida, un deseo de no estar aquí.
Y la toma de consciencia, o mensaje del alma, es que el asmático es un
individuo que tiene sed de amor: quiere amor y por eso inspira tan
profundamente. Pero no puede dar amor: tiene dificultad en la espiración.
El desequilibrio entre tomar y dar, que de forma tan impresionante se
manifiesta en el asma, es un tema que puede aplicarse a muchas personas. Suena
muy simple y, sin embargo, muchos fallan en este punto. Sea lo que fuere lo que
uno desea tener, ya sea dinero, fama, ciencia, sabiduría, siempre ha de haber
un equilibrio entre el tomar y el dar, o uno se expone a asfixiarse con lo
tomado. El ser humano recibe en la medida en que da. Si se suspende el dar, el
flujo se interrumpe y tampoco entra nada. ¡Cuán dignos de compasión son quienes
quieren llevarse su saber a la tumba! Guardan avariciosamente lo poco que
pudieron adquirir y renuncian a la riqueza que espera a todo el que sabe
devolver, transformado, lo que ha recibido. ¡Si la gente pudiera comprender que
hay de todo en abundancia para todos!
Si a alguien le falta algo es sólo porque se autoexcluye. Observemos al
asmático: él ansía el aire, a pesar de que aire hay tanto. Pero los hay
ansiosos.
Las características de los asmáticos son:
- Deseo de inhibirse
El asma puede provocarse experimentalmente en cualquier individuo haciéndole
inspirar gases irritantes, como amoníaco, por ejemplo. A partir de una
determinada concentración, en el individuo se produce una reacción de
protección, mediante la coordinación de varios reflejos, a saber:
inmovilización del diafragma, broncoconstricción y secreción de mucosidad. Es
el llamado reflejo de Kretschmer que consiste en un bloqueo para impedir la
entrada a algo que viene de fuera. Ante el amoníaco el reflejo es saludable;
pero en el asmático se produce con un estímulo mucho más débil. El asmático
percibe las sustancias más inofensivas del entorno como peligrosas para la vida
y se cierra inmediatamente a ellas y es que el asma suele estar íntimamente
ligada a una alergia.
Asma, en griego, significa “estrechez de pecho”. Es de observar que la
estrechez o contracción tiene relación con el miedo. La contracción asmática
tiene también mucho que ver con el miedo, con el miedo a admitir ciertos
aspectos de la vida.
El afán de cerrarse persiste en el asmático hasta alcanzar su punto culminante
en la muerte. La muerte es la última posibilidad de cerrarse, de encapsularse,
de aislarse de lo vivo.
- Afán de dominio
El asmático tiene un gran afán de dominio que él no reconoce y que, por lo
tanto, es transmitido al cuerpo en el que se manifiesta en la “soberbia” del
asmático. Esta soberbia muestra claramente la arrogancia y la megalomanía que
él ha reprimido cuidadosamente en su conciencia. Por ello gusta de evadirse a
lo ideal y formalista. Pero si el asmático se enfrenta con el afán de poder y
dominio de otro (la ley del símil) el miedo se le pone en los pulmones y le
deja sin habla: el habla que precisamente es modulada por la espiración. El
asmático no puede exhalar: se le corta la respiración. El asmático se sirve de
sus síntomas para ejercer el poder sobre su entorno. Este afán de dominio
alcanza su punto culminante durante los peligrosos ataques, los cuales se
manifiestan precisamente cuando se llama la atención del asmático sobre su afán
de dominio. Estos ataques chantajistas son muy peligrosos para el propio
enfermo, ya que suponen un peligro de muerte. Es impresionante comprobar cómo
puede llegar a perjudicarse un enfermo, con tal de dominar. En psicoterapia se
ha observado que el ataque suele ser el último recurso cuando el enfermo se
siente muy cerca de la verdad.
- Rechazo del lado oscuro de la vida
El asmático ama lo limpio, lo puro, lo transparente y estéril y evita lo
oscuro, profundo y terrenal, lo cual suele expresarse claramente en la elección
de los alérgenos. Él desea instalarse en el ámbito superior, para no entrar en
contacto con el polo inferior. Por lo tanto, suele ser una persona cerebral (la
doctrina de los elementos atribuye el aire al pensamiento). La sexualidad, que
también corresponde al polo inferior, la desplaza el asmático hacia arriba, al
pecho, estimulando con ello la producción de mucosidad, proceso que en realidad
debería estar reservado a los órganos sexuales. El asmático expulsa esta
mucosidad (producida demasiado arriba) por la boca, solución cuya originalidad
apreciará quien vea la correspondencia existente entre los genitales y la boca.
CAUSAS DEL ASMA
Causas físicas y emocionales- Traumas de separación en la primera infancia
Separaciones físicas, parto por cesárea, la permanencia en la incubadora después
del parto, hospitalización del niño o de la madre, por ejemplo por el
nacimiento de un hermano, madre con depresión post-parto, madres con muchos
niños, embarazo durante el período de lactancia, duelo por la pérdida o muerte
de algún familiar o ser querido, ….son causas que activan el asma.
También se da cuando los padres dejan al niño al cuidado de
parientes o conocidos durante un tiempo, ya sea para trabajar o para irse de
viaje solos. A menudo suele pasar que, transcurrido ese período de separación el
niño ya no vuelve a sentir la misma confianza en los padres.
Además de las separaciones físicas, se pueden dar por una separación emocional
temprana del niño y la madre. Esta situación en algunos casos ya se produce en
el parto. La unión entre la madre y el hijo puede interrumpirse cuando la vida
de uno u otro está en peligro, o también cuando el parto viene acompañado de un
gran miedo, por ejemplo en el caso de una caída.
También puede darse una separación emocional durante el embarazo, por ejemplo
cuando una madre teme por la salud o la vida del hijo, ya sea por haber perdido
uno anteriormente, o también por un diagnóstico o declaración del médico que
siembre la duda acerca de la salud del niño. La consecuencia es que la madre ya
no está libre para dedicarse totalmente al hijo. En este contexto, la
denominación de embarazo de riesgo también puede considerarse imprudente.
Causas sistémicas
Si vamos más allá de los efectos físicos y emocionales que causan el asma y nos
metemos en la historia familiar podemos ver que el asma señala un sentimiento
de peligro intenso, de morir, especialmente asfixiado. Son amenazas de
territorio, de pérdida de territorio y fumar suele ser una forma de
compensarlo. Son adultos que no pueden darse como niños, que han tenido madres
hiperprotectoras, amores asfixiantes, relaciones de dependencia, miedo a
alejarse de ella por no saber manejarse solo y solucionar los problemas. Pero
también puede ser que esa lealtad hacia la madre venga por parte del padre y el
hijo “herede”, por amor incondicional a su padre, un conflicto de desamor de
abuelos o bisabuelos paternos. Hasta cuatro generaciones podemos llevar las
cargas de nuestros ancestros para liberarlas. Una vez llegamos a la RAIZ DEL
CONFLICTO, liberamos el nudo o nudos generacionales favoreciendo la transmisión
de energía para que fluya el AMOR hacia las generaciones anteriores y
posteriores. Con lo cual evitamos se herede.
DINÁMICA DEL TALLER
En este taller vamos a llegar a la raíz del conflicto que se expresa en forma
de asma. Si queréis trabajar con niños asmáticos, el trabajo se realizará con
alguno de los padres. Ya que liberando al padre o madre, liberamos al niño.
Cuando se presenta asma infantil, se debe analizar la relación de los padres
que está directamente relacionada con la seguridad que siente el niño en su
casa (amenazas de territorio).
FACILITADORA
La persona que facilita este taller tiene experiencia de más de 10 años en estos temas. Además ha
trabajado en sanidad durante 7 años, es Doctora en Ciencias Químicas, Consteladora
sistémica (llegar al origen de los conflictos), Psicosmóloga (estudio de
identidad y trascendencia), se ha formado en la Medicina del Alma (las
enfermedades como señales del alma) y su curriculum formativo y experiencial es
muy extenso. Gracias a su formación y gran desarrollo intuitivo sus trabajos
son muy efectivos. Ella misma sanó su asma.
Inscripciones: anandaproyecto@gmail.com
Día: Sábado, 13 de febrero
Horario: 10:00 a 15:00
Precio: 50 euros
Lugar: Puerta del Sol, 13 -3º derecha (MADRID)