Sábado, 7 de Mayo de 2016
(10:00 a 15:00)
En este taller vamos a trabajar las adicciones con constelaciones familiares y otras técnicas sanadoras (tanto presencial como a distancia).
La adicción al tabaco, alcohol, drogas, sexo, juego, relaciones, religión, trabajo, internet, comida, nos hablan a nivel inconsciente de una fidelidad a una persona despreciada, en su sistema familiar, en general a un hombre por su mujer. Y esto origina una huida de uno mismo, miedo, no sabe amarse y autodestrucción.
Las constelaciones familiares permiten a la persona reconciliar y sanar aspectos tan importantes de su vida, como son las conductas. Es muy difícil tratar de resolver una conducta negativa, desde el mismo plano en el que ésta se realiza, es decir: desde el consciente. Hasta los propios científicos aseguran que “para resolver un problema hay que situarse en otro nivel de conciencia”.
Este nivel de conciencia, en el caso de las conductas autodestructivas que se manifiestan en las adicciones es siempre el inconsciente. Aunque pueda parecer que las influencias del entorno, su padre, incluso el niño interior, son elementos distantes, ajenos a su propio ser, no es así.
Todo lo que constituye la vida de una persona, los otros individuos con los que se relaciona y cómo lo hace, está indicando la manera en la que se relaciona consigo mismo. Y éste proceder está totalmente condicionado por el inconsciente, por los patrones que residen en él.
¿Qué experiencias o condiciones traumáticas predisponen a la adicción? Aquí enumero algunas de ellas:
1) Padres ausentes o con problemas de adicción. Por ejemplo, si tu padre no tenía moderación en su uso de alcohol u otras sustancias, no pudo enseñarte mediante su ejemplo cómo ponerse límites a uno mismo. Y si no tuviste ningún otro modelo de referencia, nadie te enseñó eso y simplemente por eso es que todavía no lo has aprendido.
2) Madres ausentes o con problemas de depresión. Por ejemplo, si has oído a tu madre diciendo más de una vez que se quiere morir o si pasa largos periodos de tiempo encerrada en su habitación o manifestando otros síntomas de depresión, inconscientemente podrías desear rescatarla, atrayendo la atención de ella hacia ti, manteniéndola ocupada, lo cual a veces se logra cayendo en conductas adictivas de las cuales tu madre intenta sacarte.
3) Culpa consciente o inconsciente. Cuando cometemos actos criminales o actos que nos ocasionan vergüenza (todos lo hacemos), es posible que recurramos a algún tipo de dependencia como autocastigo. Por ejemplo, si eres mujer y sufriste algún aborto voluntario, a veces te sientes atraída hacia relaciones destructivas o conductas contrarias a tu bienestar, como las adicciones, con el fin inconsciente de castigarte a ti misma.
4) Huellas traumáticas. Por ejemplo, si tu primera excitación sexual se produjo en un contexto de abuso, tu subconsciente está condicionado a buscar situaciones abusivas para excitarte, simplemente porque careces de la formación adecuada para conseguir la excitación en situaciones no destructivas o “normales”.
5) Sentimientos reprimidos. A veces abusamos de sustancias o desarrollamos conductas destructivas cuando no nos permitimos a nosotros mismos experimentar sentimientos, como dolor, depresión, soledad, aburrimiento o miedo. Con tal de no sentirlos, utilizamos sustancias que aparentemente nos permiten escapar de ellas, pero como no llegamos a solucionarlas de raíz, siempre están al acecho.
Para cada problemática existe una solución. Lo importante es identificarla y después llevar a cabo el trabajo necesario para sanarla. Algunos asistentes podrán hacer ese trabajo dentro de este taller. Otros requerirán un proceso más largo.
¿Qué experiencias o condiciones traumáticas predisponen a la adicción? Aquí enumero algunas de ellas:
1) Padres ausentes o con problemas de adicción. Por ejemplo, si tu padre no tenía moderación en su uso de alcohol u otras sustancias, no pudo enseñarte mediante su ejemplo cómo ponerse límites a uno mismo. Y si no tuviste ningún otro modelo de referencia, nadie te enseñó eso y simplemente por eso es que todavía no lo has aprendido.
2) Madres ausentes o con problemas de depresión. Por ejemplo, si has oído a tu madre diciendo más de una vez que se quiere morir o si pasa largos periodos de tiempo encerrada en su habitación o manifestando otros síntomas de depresión, inconscientemente podrías desear rescatarla, atrayendo la atención de ella hacia ti, manteniéndola ocupada, lo cual a veces se logra cayendo en conductas adictivas de las cuales tu madre intenta sacarte.
3) Culpa consciente o inconsciente. Cuando cometemos actos criminales o actos que nos ocasionan vergüenza (todos lo hacemos), es posible que recurramos a algún tipo de dependencia como autocastigo. Por ejemplo, si eres mujer y sufriste algún aborto voluntario, a veces te sientes atraída hacia relaciones destructivas o conductas contrarias a tu bienestar, como las adicciones, con el fin inconsciente de castigarte a ti misma.
4) Huellas traumáticas. Por ejemplo, si tu primera excitación sexual se produjo en un contexto de abuso, tu subconsciente está condicionado a buscar situaciones abusivas para excitarte, simplemente porque careces de la formación adecuada para conseguir la excitación en situaciones no destructivas o “normales”.
5) Sentimientos reprimidos. A veces abusamos de sustancias o desarrollamos conductas destructivas cuando no nos permitimos a nosotros mismos experimentar sentimientos, como dolor, depresión, soledad, aburrimiento o miedo. Con tal de no sentirlos, utilizamos sustancias que aparentemente nos permiten escapar de ellas, pero como no llegamos a solucionarlas de raíz, siempre están al acecho.
Para cada problemática existe una solución. Lo importante es identificarla y después llevar a cabo el trabajo necesario para sanarla. Algunos asistentes podrán hacer ese trabajo dentro de este taller. Otros requerirán un proceso más largo.
Ejemplo del mecanismo de una adicción: una mujer no se repone de la muerte de su primogénito, entra en depresión y no puede ver a los demás, en particular a su marido; lo excluye de su vida, y este marido se vuelve alcohólico, así el segundo hijo se hace alcohólico por fidelidad a su padre y a su madre; al beber dice a su madre "Soy tan despreciable como papa". La solución está en la re-inclusión del despreciado y a menudo las mujeres del sistema deben honrar todo lo masculino.
Las constelaciones familiares otorgan la sanación de las relaciones que se vivieron, a través del inconsciente. Se produce un cambio total en la percepción de lo que se experimentó. La persona no sólo está curando su pasado, también su presente y futuro.
Dia: Sábado, 7 de Mayo de 2016
Lugar: Puerta del Sol. 13-3º derecha
Horario: 10:00 a 15:00
Precio: 50 euros (tanto presencial como a distancia)
Inscripciones: anandaproyecto@gmail.com
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