lunes, 23 de mayo de 2016

METODOLOGÍA "ANANDA"


Tanto los talleres grupales (presenciales y a distancia) que se realizan como las sesiones individuales están basados en esta metodología propia, fruto de los años de experiencia y los conocimientos adquiridos. 

La vida de cada uno es un proceso completo que sigue el orden natural de los seres vivos: sentir, hacer, pensar. En occidente estamos acostumbrados a hacer lo contrario, primero pensamos, luego hacemos y al final sentimos y llegan las “ay madre mía” o “¿lo habré hecho bien?”. Hemos perdido el niño interno que, de forma natural, cuando siente hambre llora (acción) y entonces la madre le da la teta. Es cuando se queda saciado que piensa y se da cuenta que si cuando siente hambre llora tendrá el alimento. El movimiento comienza pues desde el corazón, el sentir, nos conduce a las tripas, el hacer, y termina en la cabeza, el pensar. Los tres cerebros que tenemos de los que últimamente se habla tanto. El cerebro de la cabeza, el del sistema digestivo y el del corazón.

El cerebro de la cabeza se divide a su vez en tres cerebros, con tres modos de procesar la realidad:
1. El cerebro reptil es el más primitivo en nuestro cerebro y se encarga de los instintos básicos de la supervivencia. Resuelve el 80% de nuestra supervivencia diaria.
2. El cerebro emocional o sistema límbico (cerebro medio) es la porción del cerebro situada inmediatamente debajo de la corteza cerebral y encima del cerebro reptil.
3. El cerebro racional o corteza cerebral. Por encima del bulbo raquídeo y del sistema límbico, la naturaleza puso un cerebro adicional, el cerebro racional y dio nacimiento al Homo sapiens. Permite el pensamiento abstracto, va más allá de la inmediatez del momento presente y nos posibilita desarrollar un yo consciente (El Ego).

El cerebro del sistema digestivo. Su estructura neuronal posee la capacidad de producir y liberar los mismos neurotransmisores, hormonas y moléculas químicas que produce el cerebro de la cabeza. En nuestro sistema digestivo se produce y almacena el 90% de la serotonina de nuestro cuerpo, su función es esencial: absorción, aporte nutricional y movimientos musculares. Es la misma serotonina que en un 10% se crea en el cerebro de la cabeza y de la que depende nuestro bienestar.

El cerebro del corazón. Se ha descubierto que el corazón contiene un sistema nervioso independiente y bien desarrollado con más de 40.000 neuronas y una compleja y tupida red de neurotransmisores, proteínas y células de apoyo. Gracias a esos circuitos tan elaborados, parece que el corazón puede tomar decisiones y pasar a la acción independientemente del cerebro de la cabeza; y que puede aprender, recordar e incluso percibir. Existen cuatro tipos de conexiones que parten del corazón y van hacia el cerebro de la cabeza. Es el corazón el que produce la hormona ANF, la que asegura el equilibrio general del cuerpo: la homeostasis. Uno de sus efectos es inhibir la producción de la hormona del estrés y producir y liberar oxitocina, la que se conoce como hormona del amor.

Hay una relación continua de intercambio de información entre los tres cerebros nombrados. 

DINÁMICA
Así que lo primero es conectarnos al sentir, al cerebro del corazón para que nos diga qué es lo que necesita aquí y ahora, en este momento, y es lo prioritario a atender. Para llegar al núcleo de una cebolla primero tenemos que quitar las capas externas. O lo que es lo mismo, para subir al séptimo piso tendremos que ir piso por piso subiendo. Por lo tanto sentiremos qué piso nos toca subir o qué capa nos toca quitar. Empleo varias técnicas y muy sencillas para conectar con el sentir y substraer la información de forma sencilla y concisa. Con ella es con la que trabajamos de partida.

Después entraremos en el hacer, el cerebro del sistema digestivo. Si nuestro inconsciente abarca un tanto por ciento altísimo del conocimiento en general y es quien dirige en realidad nuestra vida, vamos a conectar con él para substraer la información y hacerla consciente. Para subir ese piso o quitar esa capa de cebolla, necesito conocer el plano para seguirlo. Para ello utilizaremos una herramienta que está probada científicamente y es muy efectiva, los campos mórficos o morfogenéticos. Por lo tanto crearemos escenarios donde los personajes no saben conscientemente a quien representan en ningún momento, solo la conocen a nivel inconsciente puesto que la información se pasa a través del “tercer ojo”.

Desde la consciencia podremos tomar decisiones alineadas a nuestro funcionamiento individual. Por lo tanto terminaremos con el pensar, el cerebro de la cabeza, el discernimiento. Ordenar todo lo sucedido, tomar consciencia y actuar en consecuencia. En esta parte descifraremos las metáforas que emplea el cuerpo y los códigos de funcionamiento inconsciente. Ya con el plano en mano resuelto tomaremos decisiones en nuestras vidas.

Este es un proceso completo que se va realizando por etapas o por pisos. Si queremos tener pareja, tendremos que ver por qué ahora no la tenemos y encontrar el camino hacia ello. Pero es que además podemos tener una enfermedad que de por sí ya nos habla de que algo no funciona bien. Con esto quiero decir, que cada obstáculo, problema, conflicto, síntomas que encontremos en el camino solo nos habla de una falta de autoconocimiento. Conocerse a uno mismo es un recorrido infinito pero a su vez es el camino de la felicidad, saber quien soy y para qué estoy aquí es lo único importante. Así que tenemos que enfocar nuestra mirada hacia ello si es que queremos cantar cada uno nuestra canción. Estamos en una gran orquesta formada por muchos seres vivos donde cada uno tiene su función. Si queremos que la orquesta suene afinada, hay que afinar el instrumento incluida nuestra voz.

En este último año he estado proponiendo temáticas de interés (sentir general), a través de monográficos, para ir tirando del hilo del ovillo y llegar a la raíz de las problemáticas. Así hemos trabajado el tema de la voluntad, las relaciones de pareja, el asma, fe-paciencia y confianza, las alergias, el empoderamiento, conflictos frente a resoluciones, amar-respetar y honrar tu ser, cesáreas, abundancia-prosperidad y sabiduría, relación entre dar y recibir, las adicciones, dones y talentos, alineación con el Deseo Interno.

AMPLIACIÓN INFORMACIÓN SOBRE RESONANCIA MÓRFICA O CAMPOS MORFOGENÉTICOS
Rupert Sheldrake considera que existen campos mórficos, campos morfogenéticos de información, que van moldeando nuestra existencia como parte de una especie. Estos campos son invisibles, como lo es la gravedad, pero pueden ser observados por sus efectos. En las palabras del mismo Sheldrake, la teoría de la resonancia mórfica, explica la interconexión que muchas personas perciben entre sí, a distancia. Esto no es sólo una teoría para explicar la telepatía, sino para explicar la evolución conjunta de una especie influida por campos colectivos de información que van más allá de su mera genética: ideas, pensamientos y acciones que se convierten en hábitos y que van in-formando la memoria que comparte una especie y de esta forma interviniendo en su desarrollo. Tenemos aquí la evolución científica de los conceptos de campos akáshicos de la filosofía védica y del inconsciente colectivo de Carl Jung.

La resonancia mórfica es un principio de memoria en la naturaleza. Todo lo similar dentro de un sistema autoorganizado será influido por todo lo que ha sucedido en el pasado, y todo lo que suceda en el futuro en un sistema similar será influido por lo que sucede en el presente. Es una memoria en la naturaleza basada en la similitud, y se aplica a átomos, moléculas, cristales, organismos vivos, animales, plantas, cerebros, sociedades y, también, planetas y galaxias. Así que es un principio de memoria y hábito en la naturaleza. La naturaleza misma es memoria, el espacio es una especie de inmensa biblioteca que transmite constantemente la información que almacena de manera no-local. Una fracción de segundo en realidad es un fractal de todos los siglos. Todo lo que pasó sigue pasando ... El ADN, más que el "libro de la vida", es el sintonizador o decodificador de la memoria: el libro de la vida, está inscrito, en su totalidad, en cada cosa. Un aspecto importante de la resonancia mórfica es que estamos interconectados con otros miembros de un grupo social. Los grupos sociales también tienen campos mórficos, por ejemplo una parvada de aves, un cardumen de peces o una colonia de hormigas. Los individuos dentro de un grupo social más grande y los mismos grupos sociales más grandes tienen su propio campo mórfico, sus patrones de organización. Lo mismo se aplica para los humanos.

Lo que haces, lo que dices y lo que piensas puede influir a otra persona por resonancia mórfica. Así que somos más responsables de nuestras acciones, palabras y pensamientos bajo este principio que lo seríamos de otra forma.

Por otro lado, Montagnier (co-ganador de un Premio Nobel) y su equipo dicen que el ADN emite señales electromagnéticas que imprimen la estructura del ADN en otras moléculas. En cierta forma esto significa que el ADN se puede autoproyectar de una célula a otra, donde se realizan copias, en una especie de teletransportación cuántica de material genético. El ADN, como los electrones y todas las partículas que componen el universo, exhibe propiedades de conexión a distancia. Un acercamiento, quizá, a que lo que permite que el universo sea telepático. El ADN, el código de la vida en la Tierra y probablemente en el universo, es un organismo capaz de transmitir y recibir información a distancia como una antena. 

"Todo es presencia, todos los siglos son este Presente”. Octavio Paz

BENEFICIOS DE LA METODOLOGÍA
Son muchas las personas, de diferentes profesiones y mentalidades, que están o han experimentado esta metodología (ya sean en talleres grupales o sesiones individuales). Los beneficios que aporta os los voy a sintetizar con palabras de personas que llevan más de un año trabajando con este método: 
  • Integración de la energía familiar.
  • Reconocimiento y agradecimiento a todos los que hicieron posible que hoy esté aquí.
  • Comprensión, reconciliación y aceptación de mí y los demás.
  • Serenidad, gran serenidad. 
  • Mirar hacia dentro sin miedo, sin juzgar.
  • Sentir que formas parte de un todo en el que te mueves y transformas mediante el mismo.
  • Evolución desde las emociones y experiencias anudadas que son aceptadas con amor.
  • Experimentar el significado del amor.
  • He aprendido a VER, a sentir emociones, a ponerlas de frente y Sentirlas, agradecerles y honrarlas.
  • Honrar, uno de los beneficios más liberadores, honrar situaciones y personas.
  • Colocar, otro gran beneficio colocarte en tu lugar, ordenar tu sitio y tu estirpe. Pertenecer.
  • Asumir tus cargas y dejar las que no te corresponden.
  • Mirar tus situaciones "específicas", sin miedo, descubriéndolas por primera vez desde el corazón, sin mente de por medio.
  • Mejora de relaciones familiares.
  • En definitiva, liberación y muchos que seguramente he olvidado porque aquellas situaciones por las que acudí se volatilizaron, se integraron, se fundieron.

viernes, 6 de mayo de 2016

LIBRE me Quiero LIBRE

Sábado, 21 de Mayo de 2016

(10:00 a 15:00)

El sábado, 21 de Mayo, se va a hacer un taller para que conozcáis este trabajo. Podéis trabajar cualquier tema que os preocupe. Desde una situación de estancamiento, cualquier conflicto personal o profesional o aquello que os cause intranquilidad.

El taller se puede realizar de forma PRESENCIAL o a DISTANCIA, ya que se trabaja con los campos morfogenéticos.

Este taller no tiene un precio fijo sino que será de APORTACIÓN VOLUNTARIA, para pagar la sala en alquiler. 

Las personas que ya conocen este trabajo, pueden aprovechar para proseguir con su liberación personal.

Podéis venir solos o acompañados. Solo hace falta que comuniquéis cuantos vais a ser ya que las plazas son limitadas.

Lugar: Puerta del Sol, 13-3º derecha (Madrid)
Horario: 10:00 a 15:00
Precio: aportación voluntaria
Inscripciones: anandaproyecto@gmail.com

LA QUÍMICA DE LAS RELACIONES

Domingo, 12 de Junio de 2016

(10:00 a 15:00)


Para que exista «química» en las relaciones humanas debe haber atracción. No necesariamente una atracción física, sino más bien emocional. Cuántas veces se oye decir «no tenemos química », una expresión tan habitual, que parece que ha perdido su sentido. Sin embargo, esa idea tiene una base científica, ya que el organismo libera hasta 250 sustancias al estar ante una persona que resulta agradable o atractiva.

La química del comportamiento humano implica sintonía, emoción, afinidad y reciprocidad. Si una persona es correspondida, entonces la química fluye con naturalidad. Por el contrario, si alguien percibe que da más de lo que recibe o que la relación tiene más tristezas que alegrías, entonces asumimos que algo no anda bien. Sea como sea, siempre existe una parte incontrolable que no entendemos, y que provoca cambios de ánimo. Ese «algo» son sustancias químicas generadas como respuesta a distintos estímulos. 

Cifrar las relaciones afectivas en términos científicos puede parecer frío, pero nos ayuda a entendernos. ¿Por qué hay personas que nos atraen y otras que no? Las emociones desencadenan en la corteza cerebral un complejo sistema de reacciones que pasan al sistema endocrino, donde se transforman en respuestas fisiológicas. Los procesos cerebrales son diferentes en las relaciones de amistad y de enamoramiento, mucho más intensas en este último caso. Por ello hablar de «la química del amor» es una expresión acertada, ya que intenta explicar desde el punto de vista biológico las reacciones químicas que hacen surgir el enamoramiento. 

Entre las muchas sustancias que se liberan está la feniletilamina, un tipo de anfetamina conocida como «molécula del amor» porque se incrementa con el enamoramiento. Al descubrir su presencia, el cerebro responde y segrega dopamina (un neurotransmisor que refuerza el deseo). También aumenta entonces un derivado de la dopamina, llamado norepinefrina, que produce euforia, insomnio y pérdida de apetito. Es decir, algunas de los estados típicos del amor romántico. Ese compuesto también aumenta la capacidad de recordar estímulos nuevos, lo que explica en parte por qué los enamorados quieren estar juntos.

La serotonina, que es un neurotransmisor que produce el buen humor, nos pone en mejor disposición anímica frente a los problemas. El ejercicio físico diario, por ejemplo, aumenta la producción de serotonina, también conocida como «la mensajera de la felicidad». Cuando aparece, nuestro hipotálamo envía mensajes a las glándulas suprarrenales para que aumenten la producción de adrenalina y noradrenalina, responsables del incremento del ritmo cardiaco y de la presión arterial entre otros. 

Por último, la oxitocina, u «hormona del cariño», crea una sensación de bienestar. Por eso aumenta su nivel durante el parto, intentando aliviar a la futura madre. También se libera por contacto físico (al recibir un abrazo o una caricia), lo que nos hace sentir seguros y reconocidos. Numerosos estudios muestran que parte de la depresión de los ancianos se debe al escaso contacto físico con otras personas.

Como vemos, existe una química interna en nuestras emociones y conductas. Sin embargo, las relaciones personales (sean de amistad o amor) no pueden basarse solo en reacciones químicas. Es necesario superar el nivel hormonal y buscar formas maduras de convivencia y respeto donde lo decisivo sea una libertad comprometida. Solo así el cariño del enamoramiento o la amistad se transformarán en verdadero amor. 

Carmen Sanmartín, directora del departamento de Química Orgánica y Farmacéutica de la Universidad de Navarra.

En este TALLER, vamos a descubrir cuál es la química que tenemos en nuestras relaciones y daremos el salto hacia el amor verdadero en una dinámica que nos sorprenderá.

FacilitadoraDra. Ciencias Químicas, Consteladora Sistémica, Psicosmóloga y Terapeuta Humanista, entre otras.

Dia: Domingo, 12 de Junio de 2016
Lugar: Puerta del Sol, 13-3º derecha (Madrid)
Horario: 10:00 a 15:00
Precio: 50 euros
Inscripciones: anandaproyecto@gmail.com